Hola amiguitos, al fin de vuelta. Se que he tardado un poco en actualizar el blog, pero como dice mi abuela: "Nunca es tarde si la dicha es buena" (la dicha la juzguen ustedes mismos).
Respecto a la última entrega las cosas han cambiado un poco, supongo. He viajado algo por la isla (no todo lo que quisiera), he conocido gente nueva, he salido de paseo alguna que otra noche y lo mas importante: Ya han venido a visitarme!! A todos los osados mil gracias, a los tímidos: Ánimo que aun estáis a tiempo.
En este primer post después de la resurrección (del blog, se entiende) os voy a contar mi primer viaje por tierras irlandesas: Galway y alrededores. La verdad es que para ser el primer viaje que hice no estuvo nada mal, la ciudad de Galway es una de las más importantes de la República, se encuentra en la costa oeste y cada mañana se levanta bañada por el océano. La ciudad en sí no es demasiado grande y parece bastante tranquila. El centro de la ciudad es muy acogedor porque es peatonal y está plagado de pubs con música en directo y mucha vida de 8 a 2 p.m.
Como toda primera vez no todo fue perfecto. En este primer viaje me acompañaban un francés y una brasileña, vamos la ONU!! Os podréis imaginar que no andábamos muy bien de pasta, así que buscamos un Youth Hostel de esos de los que tan bien hablan las guías. Tras cuatro o cinco veces de "Sorry guys, today it's full" encontramos "el lugar". Se trata de una casa de unos cuatro pisos con moqueta hasta en la despensa, olor penetrante y muchos muchos personajes. El más impactante de todos fue el "escuálido mellado", un tirillas irlandés que no conoce el término dieta mediterránea y que por lo visto le gusta el arte impreso de por vida en su pellejo, eso sí, de calidad. Al buen ciudadano le costaba tenerse en pie y de su sonrisa se adivinaba que no le quedaba pasta de dientes desde el cambio de milenio. Os podéis imaginar lo que le gustó al amigo la brasileña. La reacción de ella: Yo aquí no me quedo!! Tras la ONU diplomacia conseguimos tranquilizarla y no hubo más que la anécdota.
Tras el primer día en Galway, el segundo tocó Kylemore y un paraje bastante impresionante: actualmente se está jugando el puesto como una de las "Maravillas de la naturaleza", se trata de Cliffs of Mohar:
Respecto a la última entrega las cosas han cambiado un poco, supongo. He viajado algo por la isla (no todo lo que quisiera), he conocido gente nueva, he salido de paseo alguna que otra noche y lo mas importante: Ya han venido a visitarme!! A todos los osados mil gracias, a los tímidos: Ánimo que aun estáis a tiempo.
En este primer post después de la resurrección (del blog, se entiende) os voy a contar mi primer viaje por tierras irlandesas: Galway y alrededores. La verdad es que para ser el primer viaje que hice no estuvo nada mal, la ciudad de Galway es una de las más importantes de la República, se encuentra en la costa oeste y cada mañana se levanta bañada por el océano. La ciudad en sí no es demasiado grande y parece bastante tranquila. El centro de la ciudad es muy acogedor porque es peatonal y está plagado de pubs con música en directo y mucha vida de 8 a 2 p.m.
Como toda primera vez no todo fue perfecto. En este primer viaje me acompañaban un francés y una brasileña, vamos la ONU!! Os podréis imaginar que no andábamos muy bien de pasta, así que buscamos un Youth Hostel de esos de los que tan bien hablan las guías. Tras cuatro o cinco veces de "Sorry guys, today it's full" encontramos "el lugar". Se trata de una casa de unos cuatro pisos con moqueta hasta en la despensa, olor penetrante y muchos muchos personajes. El más impactante de todos fue el "escuálido mellado", un tirillas irlandés que no conoce el término dieta mediterránea y que por lo visto le gusta el arte impreso de por vida en su pellejo, eso sí, de calidad. Al buen ciudadano le costaba tenerse en pie y de su sonrisa se adivinaba que no le quedaba pasta de dientes desde el cambio de milenio. Os podéis imaginar lo que le gustó al amigo la brasileña. La reacción de ella: Yo aquí no me quedo!! Tras la ONU diplomacia conseguimos tranquilizarla y no hubo más que la anécdota.
Tras el primer día en Galway, el segundo tocó Kylemore y un paraje bastante impresionante: actualmente se está jugando el puesto como una de las "Maravillas de la naturaleza", se trata de Cliffs of Mohar:


El punto negativo del lugar se lo lleva el parking: hay que pagar pese a que no hay nada en varios kilómetros a la redonda, estos irlandeses...
Para que os hagáis una idea de cuán impresionante es el sitio pongo la friolera de dos fotos!!
El siguiente lugar que visitamos fue Kylemore Abbey en la región de Connemara, se trata de un castillo en medio de la nada con un lago y algo que me pareció increíble: una mini-iglesia gótica y un mausoleo. La visita al lugar merece mucho la pena. Por lo visto ahora es un colegio que gestionan una comunidad de monjas benedictinas. No me imagino cuánto costará la matrícula en un sitio como ese pero si vuelvo lo pregunto.


El entorno, las leyendas que contienen esas piedras y la propia historia del castillo, construido para la mujer de un desafortunado millonario inglés que tuvo que enterrarla antes de lo previsto, despiertan la imaginación del intrépido visitante.
Cada vez que repaso las fotos de estos sitios me entran ganas de volver pronto, aunque me queda tanto que visitar...
Un abrazo a todos!!